“Un gran líder no necesariamente
es quien hace grandes cosas, es la persona
que logra que otros lo hagan”
Ronald Reagan
En todos los grupos humanos siempre habrá una persona que se destaque por poseer ciertas cualidades humanas, capacidades y aptitudes que lo hacen digno a seguir en las decisiones que se tomen para lograr un objetivo común. Estamos seguros de que te has topado en distintas actividades de tu entorno con personas que poseen estas características y a las que inmediatamente reconoces como “líder”.
Es muy común escuchar que los líderes nacen. Si bien es cierto que el carisma, capacidad de gestión y de tomar decisiones inteligentes parecieran ser parte inherentes en muchas personas que nos rodean, no son elementos suficientes para considerarse un líder eficiente. Es necesario que te formes y capacites para convertirte en el líder que deseas ser para el logro de tus metas.
Respetados líderes y emprendedores que se destacaron en diferentes ámbitos de la espiritualidad, la política y la tecnología como, por ejemplo, Ghandi, Mandela y Steve Jobs, respectivamente, aparte de poseer rasgos generales de liderazgo, se formaron desde espacios formales y autodidactas para ser grandes hombres que pasaron a la historia legando invaluables logros para la humanidad.
A nivel gerencial y de emprendimiento, si deseas lograr tus sueños, debes erigirte como un líder que, más allá de lograr beneficios individuales, pueda consolidar un equipo de trabajo que actúe en pro de metas y objetivos colectivos. Desde un “ganar, ganar, para todos”. Pero, no te preocupes, a continuación, te daremos algunas orientaciones para que seas un líder modelo:
✓ Actuar, no solo hablar: tener coherencia entre lo que se dice y lo que se hace es una de las grandes premisas de todo líder. Enseñar con el ejemplo y con nuestras actuaciones es la mejor estrategia para convencer a nuestro equipo de trabajo.
✓ Ser humildes con lo que decimos y hacemos: la humildad no se trata de disminuirnos como seres humanos, sino de evitar actuaciones prepotentes que puedan herir las susceptibilidades de nuestro equipo. Así tengamos más conocimiento sobre un tema que los demás, no lo sabemos todo, por eso, justamente, consolidamos equipos de trabajo en los que cada uno aporta desde sus propias área de conocimiento.
✓ Entablar una comunicación efectiva con nuestro equipo de trabajo es fundamental para evitar digresiones de cualquier tipo: emotivas, estrictamente laborales, entre otras. Mientras más claro sea nuestro discurso cuando conversamos con nuestro equipo de trabajo, bien sea para dar instrucciones, en reuniones, incluso en situaciones informales, todo fluirá de manera más armoniosa.
✓ Formarse constantemente: el líder no se las sabe todas. Es por ello que para cualquier emprendimiento o meta planteada debe formarse de acuerdo con el área de conocimiento del mismo. De la improvisación no sale nada bueno. Experiencia y conocimiento son una llave indispensable para lograr el éxito. Incluso, valerse de un mentor, un asesor, es completamente viable.
✓ Divertirse y apasionarse por lo que se hace: nada más placentero que dedicar nuestras vidas a metas que nos den felicidad, sin sacrificar nuestra vida personal. Solo sintiéndonos plenos podemos transmitir armonía a los demás. Esto hace que el clima de nuestro entorno laboral sea positivo y disminuya las posibilidades de situaciones de estrés.
Estos son apenas algunos tips que podemos recomendarte. Hay muchísimos factores que consolidan al “buen líder”: desde poseer una sólida inteligencia emocional que le permita aprender de los errores y corregirlos sabiamente hasta distinguir sus propias limitaciones y actuar para solventarlas. Lo importante es tener presente, como siempre afirmo que “los límites en nuestra vida son todos mentales”.