El matrimonio conforme a Dios

Prefacio

Muchas parejas se casan pensando que el matrimonio es estar abrazados, besándose, y teniendo sexo todo el día.

Antes de casarse pensaron que esa sensación de alegría, de maripositas en el estómago, de tomarse o darse el primer beso, les iba a durar toda la vida.

Pero la realidad es muy diferente. Después de un tiempo las parejas se dan cuenta que el matrimonio es compartir con la otra persona todos los momentos. Es compartir los talentos, las cualidades y, sobre todo, las debilidades y los defectos.  La mejor descripción que he encontrado del matrimonio se encuentra el en libro de Philip Yancey “Rumores de Otro Mundos”. A continuación, encontraran como Yancey describe a los conyugues en el matrimonio:

“El matrimonio nos despoja de las ilusiones del sexo que nos machacan a diario los medios masivos de comunicación. Pocos de nosotros vivimos con supermodelos dotados sexualmente. Más bien vivimos con personas comunes, hombres y mujeres que tienen mal aliento, olores corporales y cabellos rebeldes; que menstrúan y que de vez en cuanto experimentan impotencia; que tienen mal humor y que nos avergüenzan en público; que ponen más atención a las necesidades de nuestros hijos que a las nuestras. Vivimos con personas que exigen misericordia, tolerancia, compresión y una interminable provisión de perdón.”… “Cada día el matrimonio invita a ambos conyugues a amar, perdonar y permanecer fieles… difícil labor que solo tiene sentido si de alguna manera estamos convencidos que participamos en un tipo de historia alterna basada en la eternidad”

El matrimonio también es compartir experiencias y sueños con la persona amada. Es convivir con una persona que complementa nuestras carencias, el matrimonio es vivir con alguien que goza contigo y sufre contigo en definitiva el hombre y la mujer son un complemento, cuando están unidos en el matrimonio.

En los últimos años el mundo ha tomado la idea del matrimonio a la ligera. Las personas se casan pensando que, si no les va bien, se divorcian y luego se casan con otra persona y el ciclo continúa volviéndose a casar y divorciándose de nuevo. Lastimosamente las personas no piensan en el daño que les causan a sus hijos, ya que muchos de ellos terminan viviendo fuera del hogar, compartiendo con uno de sus padres una o dos veces al mes o en el peor de los casos, viviendo con personas ajenas a la familia.

Las estadísticas indican que la mayoría de las madres crían a sus hijos sin el apoyo del padre y como les toca trabajar para mantenerse ellas y sus hijos, muchos niños pasan más tiempo con una niñera o con amigos que con su progenitora. Con todo este desastre social, después preguntamos, porque hay tanto problema en la sociedad actual.

Entonces, ¿El matrimonio está destinado al fracaso desde el principio? Absolutamente NO. Todo lo contrario, para que la felicidad y la armonía perduren por muchos años, hay que entender el matrimonio, como fue diseñado, por el que lo creo.

El matrimonio creado por Dios

Para entender que el matrimonio es una institución creada para que la pareja permanezca unida para siempre y para que juntos puedan conseguir mucho más que separados, tenemos que ir al principio de la humanidad. La primera pregunta en cuestión es ¿quién creó el matrimonio? En la Biblia encontramos que Dios fue el que estableció el matrimonio y  en Génesis 1 27,30 (NVI) nos lo relata:

Y Dios creó al ser humano a su imagen;
lo creó a imagen de Dios.
Hombre y mujer los creó,
28 y los bendijo con estas palabras:
«Sean fructíferos y multiplíquense;
llenen la tierra y sométanla;
dominen a los peces del mar y a las aves del cielo,
y a todos los reptiles que se arrastran por el suelo.»
29 También les dijo: «Yo les doy de la tierra
todas las plantas que producen semilla
y todos los árboles que dan fruto con semilla;
todo esto les servirá de alimento.
30 Y doy la hierba verde como alimento
a todas las fieras de la tierra,
a todas las aves del cielo
y a todos los seres vivientes
que se arrastran por la tierra.»

Dios crea la pareja para que vivan juntos y gobiernen sobre todas las cosas y animales. Les da el poder de reproducirse, pero para lograrlo deben estar juntos y convertirse en un solo ser, como lo observamos en la siguiente cita bíblica donde Dios habla acerca de la unión de la pareja en matrimonio: 24 Por eso el hombre deja a su padre y a su madre, y se une a su mujer, y los dos se funden en un solo ser.” (Génesis1 24….)

Como vemos, cuando la pareja se une en matrimonio dejan de ser dos personas y se convierten en una sola carne.

Si la sensación de euforia y alegría  desaparece después de un tiempo que las parejas se unen en matrimonio, la pregunta en cuestión es: ¿cómo puede un matrimonio durar toda la vida con una persona que casi no conoce y vivir con alegría como una sola persona? La respuesta es: apropiándonos del amor que nos dio nuestro Señor Jesucristo y aplicando su mensaje al matrimonio.

Sacado del libro»Matrimonio Conforme a Dios» escrito por Renato Baldo y Leidy Baldo